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Cirugía Estética Corporal

Lipomas

Son bultos lisos de grasa, que aparecen debajo de la piel, redondos u ovalados, de consistencia blanda, crecimiento muy lento, se desplazan con facilidad al apretarlos con los dedos. Son indoloros a no ser que compriman algún músculo o nervio. Su tamaño puede variar desde 1 hasta incluso 20 cm de diámetro. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en espalda, abdomen, hombros o el cuello, pero también pueden aparecer en los brazos o las piernas.

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Aparecen en 1 % de la población, más frecuentes entre los 40 y 60 años, aunque pueden aparecer a cualquier edad. Pueden ser únicos o varios (lipomatosis) que es más frecuente en este caso, el origen suele ser hereditario y darse en mayor medida en hombres.

¿Por qué aparece?

Los lipomas son tumores benignos debidos al crecimiento y encapsulamiento de las células grasas del tejido adiposo superficial. Se desconoce su causa, sin embargo, se han visto algunos factores que pueden favorecer su aparición, entre ellos:

Predisposición familiar cuando se trata de lipomatosis (múltiples lipomas en el cuerpo).

Post-traumáticos, pueden aparecer en las zonas en las que tras un trauma ha aparecido un gran hematoma

Consumo excesivo de alcohol.

Enfermedades del hígado o niveles altos de glucosa (diabetes)

¿Qué síntomas da y cómo se diagnostica?

No suele dar ningún tipo de síntoma, excepto su visión directa, solo da molestias cuando por su tamaño o localización comprime algún nervio o músculo. El diagnóstico puede ser clínico, mediante los síntomas y el examen físico. Pero ante un crecimiento rápido, dolor o adherencia a la profundidad puede ser necesario realizar ecografía y biopsia apura descartar el liposarcoma.

¿Qué complicaciones tiene?

No suele dar ninguna complicación, excepto que si esta en zonas de muchos tendones o muy inervadas (antebrazos, tobillos) puede provocarse dolor al movimiento.

¿Cuál es el tratamiento y cómo se realiza?

Lipoláser: se realiza bajo anestesia local, mediante una pequeña incisión se introduce la fibra óptica del láser que destruye y licua la grasa, procediéndose a su aspiración posterior. Se cierra con un punto reabsorbible sin que aparezcan cicatrices. Su desventaja es que no garantiza la destrucción de la bolsa

Extirpación quirúrgica: es la única técnica que asegura la completa extirpación de la bolsa. Se realiza casi siempre con anestesia local, mediante una pequeña incisión en la piel del tamaño del lipoma. Se trata de una operación sencilla y de corta duración, de entre 30 y 60 minutos, dependiendo de cada caso y de la cantidad de lipomas a extirpar.